Relámpago que ilumina la atmósfera en el horizonte por la noche.
Reposo. Sosiego. Quietud. Fusión eterna de una amalgama de sueños coalescentes. El fulgor de tu fuego golpea mi horizonte cual fucilazo electrizado. Tu punzante sonrisa acecha mi psique atomizada.
Maléolos quebradizos y cinéticas aceleradas: mi cuerpo se consume en una reacción química alimentada por el oxígeno de tus suspiros… combustión sin llama… esperpéntico reflejo de la detonación cromática de sentirte dentro de mi alma.
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