viernes, 24 de marzo de 2006

OMNISCIENCIA



Conocimiento de todas las cosas reales y posibles, atributo exclusivo de Dios.


"Los géneros literarios se pueden dividir en dos grandes tipos: enunciativos, como la poesía, y narrativos, como la epopeya, la historia y la novela. Si se entiende por verdad la correspondencia de lo dicho con lo sucedido, sólo a estos últimos concerniría el asunto. La epopeya, de la que nacieron los otros géneros, hace mucho que murió. La historia, que empieza justamente con Herodoto, ha ido depurando con los siglos sus procedimientos para que éstos por lo menos no se revelen mentirosos. Y a la novela nunca le ha importado el asunto. Leer novelas es un acto de fe. Y ni se diga sin son de tercera persona.

Y es que el autor desde Homero, el primero que tiene nombre propio, se ha ido convirtiendo más y más con el correr de los siglos en el ser omnisciente que lo sabe todo, que lo ve todo, que recuerda todos los diálogos y detalles como Funes el memorioso y que penetra hasta en los sueños y pensamientos como Dios Padre.

En contracorriente a esta omnisciencia siguen existiendo la historia y sus géneros anexos de la biografía, la autografía y las memorias como formas menores de la literatura, con su visión limitada de los hechos, que es la de quién sólo tiene cinco sentidos, o sea el nombre común. Por eso hoy el género máximo de la literatura es la novela, cuyo gran principio es el de la ficción, el de la realidad inventada.

Y he aquí la razón de la omnisciencia. Puesto que el novelista es quien inventa la realidad en su novela, tenemos que aceptar que pueda ver hasta en los más recónditos rincones."

[Verdad, verosimilitud y realidad en el Cervantes de Don Quijote]

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