sábado, 15 de marzo de 2008

DEGOLLINA


En un examen, abundancia de suspensos.

¡Oh!, el examen de reactores... ése sí que fue una auténtica degollina, ¿que no?, todavía recuerdo como entrábamos en el aula de evaluación con la cabeza gacha, como corderos entrando al matadero sabiendo el destino que les aguarda...

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