miércoles, 30 de julio de 2008

ESTÓLIDO

Falto de razón y discurso.

Alarcón se negó a contribuir con las estéticas realista y naturalista. Así pues, aun habiendo vivido entre 1833 y 1891, Alarcón se halló envuelto entre dos poses mentales: el neoclacisismo, ese estólido propósito de parecer viejo a toda costa, y el romanticismo, esa infantil profesión de juventud eterna.

Un escritor impermeable. Ricardo Laudato

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