domingo, 23 de mayo de 2010

ABROJO

Sugerida por... Jaime H.
1. Planta de la familia de las Cigofiláceas, de tallos largos y rastreros, hojas compuestas y fruto casi esférico y armado de muchas y fuertes púas. Es perjudicial a los sembrados.
2. Fruto de esta planta.
3. Cardo estrellado.
4. Instrumento de plata u otro metal, en forma de abrojo, que solían poner los disciplinantes en el azote para herirse las espaldas.
5. Cada una de las piezas de hierro en forma de estrella con púas o cuchillas que se diseminaban por el terreno para dificultar el paso al enemigo.
6. Sufrimientos, dificultades, daños.
7. Peñas agudas que suelen encontrarse en el mar a flor de agua.


Del latín apĕri ocŭlum: "abre el ojo!"

Curiosa etimología, ¿verdad?: nuestra espinosa palabra de hoy tiene un verdadero arsenal de punzantes acepciones, todas ellas relacionadas de alguna forma con objetos o situaciones particularmente puntiagudas o peliagudas, así que: ¡abrid bien los ojos, y descubrid con nosotros los secretos de los abrojos!

En sus tres primeras acepciones, el abrojo es un tipo de planta, o el fruto de la misma. De hecho, bajo el paraguas de esta misma voz se cobijan un buen puñado de plantas como la Opuntia pubescens, la Centaurea calcitrapa, la Ononis spinosa o la Tribulus terrestris, con mención especial a nuestro querido “cardo estrellado” al que dedicamos la imagen de hoy… ;)

Además, los abrojos –según las acepciones cuarta y quinta- también eran instrumentos de metal empleados para herir y dañar… bien sea a uno mismo o al enemigo… ¡a gusto del consumidor!

...Con tanto dolor y sufrimiento a causa de los abrojos como el que hemos descrito hasta ahora, parece lógico que a lo largo del tiempo se haya forjado una sexta –y rotunda- acepción, haciendo a los abrojos sinónimos directos de los sufrimientos y penalidades, y que incluso hayan acabado –en su séptima acepción- dando nombre a esas peñas a flor de agua en el mar que tantas embarcaciones y sufridos bañistas han dañado y malherido…

Por último, para despedirnos, os dejamos una divertida parodia que precisamente tiene como uno de sus protagonistas a nuestra palabra del día… AQUÍ

¡Hasta la próxima espina!
.

5 comentarios:

meg dijo...

¡Pues no me he caído veces en los abrojos cuando intentaba aprender a montar en bici!.

Palabra que me has recordado aquella aventura. Un saludo.

Montse. dijo...

En alta montaña, en el pirineo, se encuentran unas muy parecidas, lammadas cardos.

Carzum dijo...

Me gusta la palabra, aunque aquí usamos más el término cardo. Pero, la anoto, con gusto y procuraré usarla más a menudo. ;-)

Marina-Emer dijo...

no veo mucho en lo que va buen domingo un abrazo
Marina

Paisajes de viajes dijo...

Gran entrada, excelente blog.

Un saludo.

Publicar un comentario