miércoles, 8 de agosto de 2012

COGITABUNDO, DA

Sugerida por... Angélica Hernández
Muy pensativo.

Con el adjetivo cogitabundo, del latín cogitabundus "pensativo", se nos brinda una forma de lo más original para calificar a una persona meditabunda, muy pensativa, que reflexiona en silencio con intención de profundizar en sus razonamientos...

Seamos francos, en el lenguaje cotidiano no es muy habitual oír o leer el término, que es un bello cultismo reservado casi exclusivamente al mundo de la literatura y los poetas...

Algunos ejemplos: 

 “…El joven era de mediana estatura, de facciones regulares y un tanto cogitabundo. …” 

El texto pertenece a La Emancipada, obra del poeta ecuatoriano Miguel Riofrío (1822-1879).

César Abraham Vallejo Mendoza (1892-1938, poeta y escritor peruano) escribe en Sermón sobre la muerte. 

“…De esta suerte, cogitabundo, aurífero, brazudo; 
defenderé mi presa en dos momentos, 
con la voz y también con la laringe, 
y el olfato físico con que oro 
y el instinto de inmovilidad con que ando, 
me honraré mientra viva – hay que decirlo; 
se enorgullecerán mis moscardones, 
porque, al centro, estoy yo, y a la derecha, 
también, y, a la izquierda de igual modo. …” 

Francisco de Asís León Bogislao de Greiff Häusler más conocido como León de Greiff (1895-1976) uno de los poetas colombianos más destacados del siglo XX, escribe en Plegaria a Poe (rapsodias de antaño):

 “…Donde se ve su tumba 
cerca del mar sereno, 
bajo del cielo torvo donde tu estrella arde! 

Llévame a ver el cuervo. 
Llévame a ver el cuervo 
cogitabundo y hosco 
llévame a ver el cuervo -sobre el busto de Palas- 
que en su trágico orgullo te azotó con sus alas! 

Llévame a ver el cuervo, 
cogitabundo y fosco,...” 

Terminamos con un fragmento de La llamarada, obra del novelista puertorriqueño Enrique Arturo Laguerre Vélez (1906-2005):

“…Yo permanecía cogitabundo, a la sombra del mango. Dentro de poco, los hombres y los mozalbetes se sentarán sobre alguna piedra o raíz a engullirse el almuerzo: vegetales con bacalao y aceite, arroz con habichuelas…” 

Por cierto, la imagen que hoy ilustra nuestro texto es la escultura de El Pensador, de Auguste Rodin.

¡Hasta la próxima disquisición! ;-)
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué esconde este hombre cogitabundo-pensé al conocerte- me atrae, y me enciende, y al mismo tiempo le temo.

Abrazos postergados.

Anónimo dijo...

Sr. Cogitabundo:
Qué buen humor tiene usted.
Atte,
Dulcinea

El alegre "opinador" dijo...

Lo de meditabundo queda más cercano, lo de cogitabundo no lo conocía.Lo usaré para quedar bien, je, je, je... Un saludo.

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