martes, 21 de agosto de 2012

MAMPARRA

Sugerida por... Altafulla

1. Pesca que se verifica colocando una luz en un bote alrededor del cual se tienden las redes.
2. Embarcación dispuesta para este tipo de pesca.

Amigos navegantes de las palabras, nuestro custodio Altafulla nos envía el artículo y la imagen de hoy acerca de la curiosa palabra marinera que nos propone:

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Después de un paseo por la zona de pesqueros del puerto de Cambrils, recordé esta sonora y “luminosa” palabra: mamparra

Cuando yo era un purrete esta forma de pesca estaba muy extendida por el litoral mediterráneo. En los puertos podían verse gran cantidad de barcas preparadas con enormes lámparas dispuestas a la popa para esta actividad que hoy es poco empleada. Las grandes farolas alimentadas con petróleo o butano han sido sustituidas por unas potentes lámparas eléctricas alimentadas por un alternador auxiliar.

En su libro de viajes por el Sáhara Occidental “El Badía”, el ínclito historiador Mariano Sanz Navarro nos describe:

“Llegados a Bojador, nos acercamos al puerto de bajura donde pequeñas y bravas mamparras provistas de potentes fuera bordas y focos para la pesca nocturna salen todos los días desafiando con sus afiladas proas unas olas que nos parecen dignas de enorme respeto”.

Saludos marineros. Altafulla
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¡Gracias Altafulla!... ¡Hasta el próximo tsunami! :)

3 comentarios:

la Condesa Descalza dijo...

qué rara!

LLdM dijo...

Desde Argentina, RIMAR nos deja otra forma de usar el farol o las farolas, en este caso en tierra y para cazar, dice:

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Cuando yo era muchacho, allá por el pleistoceno, una noche estando de vacaciones en el campo me invitaron a participar de una caza nocturna "al farol". Consistía en salir a caminar por el campo llevando un farol encendido. Las perdices (acá le decimos así a la Nothura maculosa o inambú, un ave diferente de la europea) y martinetas quedaban como paralizadas por la sorpresa al ver la luz, eran fácilmente visibles desde lejos por el brillo de los ojos, y aproximándonos con toda tranquilidad las agarrábamos y las metíamos en una bolsa. En un rato cazamos de esa manera –tan poco deportiva pero muy productiva- una buena cantidad, como para hacerlas en escabeche.

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Gracias RIMAR.

Anónimo dijo...

Una palabra interesante, y un hermoso fragmento el de Sanz.

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