1. Pina. (Pieza curva de la rueda de un carro)
2. Cometa pequeña y sin palillos con que juegan los niños.
Cambucha es una palabra que seguro podremos escuchar si estamos en alguna zona rural de Asturias (España) -con el significado que encontramos en la primera acepción- o en Chile -empleada en su segunda acepción-... Un curioso vocablo que incluso cambia de género entre sus acepciones (masculino la primera, femenino la segunda)...
Así, para el asturiano un cambucha es cada una de las piezas curvas que forma el aro de las ruedas de un carro... Sin embargo, para el chileno una cambucha es una cometa, un papalote… un juguete hecho de papel doblado que puede volar...
En cualquier caso, el término cambucha proviene de camba, palabra esta de origen céltico e incorporada al latín con el significado de pina.
En Santa María de las flores negras, novela del escritor chileno Hernán Rivera Letelier (n. en 1950) publicada en 2002 encontramos un pequeño fragmento alusivo de nuestra palabra del día:
“…Y aprovechando que acaba de salir el viento, con unos cuantos dobleces rápidos, le fabrica una cambucha con la portada de un ejemplar del diario El Pueblo Obrero. Luego, del bolsillo interior de su paletó saca un pequeño ovillo de hilo. “Todo volantinero que se precie, lleva siempre un canutito de hilo en el bolsillo”, dice con un dejo de orgullo profesional, mientras mide, ata y prueba los tirantes con gravedad de experto en la materia. Después, al ver a Liria María elevando la cambucha feliz de la vida, contándole excitada que su padre le había dicho alguna vez, cuando ella era niña, que en Talca, su tierra natal, a la cambucha la llamaban chonchona,…”
¡Hasta el próximo vuelo! :)
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¡Hasta el próximo vuelo! :)
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8 comentarios:
Así que los niños chilenos juegan alegremente con sus lindas cambuchas, mientras que un niño asturiano tendrá que observar la rueda de un carro para hallar el cambucha.
Un abrazo.
¡Gracias de nuevo!
Una palabra bien curiosa que no conocía. Gracias
Grandes recuerdos de infancia.
Gracias Ale, era mi juego favorito.
Ya no se ven tantos barriletes (así llamábamos a este loco volador) de colores y menos aún artesanales. Esos que hacíamos y nunca jamás logábamos remontar..qué desilusión! Horas eternas soñando que atravesaría el cielo..A veces, sí. Correteando de un lado a otro, buscando el mejor viento, aquél que lo arrastrara suavemente y lo llevara alto, muy alto. Tengo recuerdos difusos, la pasión del juego y el piolín desenroscándose mágicamente.
Asombro y curiosidad, sellaron mi infancia..
Lindísima palabra, un abrazo fuerte y sueño de barrilete.
Saludos, con esta palabra me han hecho recordar mi infancia, en esos tiempos en el Perú le decíamos "cambuche"...
Un niño de su casucha
iba al campo cercano
y con el hilo en la mano
elevaba su cambucha.
Ese soy yo que en la lucha
sigo con paso tranquilo
y cual cambucha perfilo
hacia lo alto mi fe
y así continuaré
mientras Dios me dé pabilo.
Muy buena, incluyendo también la voz pabilo, recientemente publicada. ¡Gracias de nuevo, Luis!
Cuando era niña volaba mi cacharrita con hilos de colores, pues el pabilo era muy grueso para la delicada hoja, también hacíamos picúas... Gracias por este blog, tan lleno de palabras vivas y amorosas.
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