domingo, 28 de mayo de 2017

ARROBA


1. Peso equivalente a 11,502 kg.
2. En Aragón, peso equivalente a 12,5 kg.
3. Pesa de una arroba.
4. Medida de líquidos que varía de peso según las zonas geográficas y los mismos líquidos.
5. Símbolo (@) usado en las direcciones de correo electrónico, que separa el nombre del usuario del dominio al que pertenece.

Amigos, la palabra que hoy nos acompaña -tan extendida en el mundo de la informática merced a su quinta acepción- proviene en realidad del árabe hispánico arrúb‘, y este del árabe clásico rub‘ "cuarta parte", por ser una arroba nada menos que la cuarta parte de un quintal...

No en vano, en sus cuatro primeras acepciones este sustantivo denomina una unidad de medida de peso o de capacidad que varía en función de la región en la que se emplee o la sustancia que se mida.

En la actualidad, como hemos mencionado anteriormente es un término bien conocido por toda la comunidad tecnológica pues aparece en las direcciones de correo electrónico y otros servicios en línea. Esto es así porque en inglés, el símbolo @ -que ya aparecía en documentos castellanos y se designaba en español "arroba" desde hace siglos- se lee at "en" y por tanto indica que el usuario o servicio está ubicado "en" un servidor determinado...



Esta notación es especialmente relevante con el advenimiento de la Tecnología Redes 5G de telecomunicaciones móviles, donde cada dispositivo móvil o celular tendrá asignada una dirección unívoca que comenzará con nuestro símbolo protagonista del día.

Acerca del uso de la arroba para aludir a ambos géneros de una determinada palabra, por ejemplo en la costrucción "L@s tomater@s son las personas que venden tomates", el Diccionario panhispánico de dudas comenta lo siguiente:

"Para evitar las engorrosas repeticiones a que da lugar la reciente e innecesaria costumbre de hacer siempre explícita la alusión a los dos sexos (los niños y las niñas, los ciudadanos y ciudadanas, etc.), ha comenzado a usarse en carteles y circulares el símbolo de la arroba (@) como recurso gráfico para integrar en una sola palabra las formas masculina y femenina del sustantivo, ya que este signo parece incluir en su trazo las vocales a y o: l@s niñ@s.

Debe tenerse en cuenta que la arroba no es un signo lingüístico y, por ello, su uso en estos casos es inadmisible desde el punto de vista normativo; a esto se añade la imposibilidad de aplicar esta fórmula integradora en muchos casos sin dar lugar a graves inconsistencias, como ocurre en Día del niñ@, donde la contracción del solo es válida para el masculino niño."



Como ejemplo de uso hoy os proponemos un texto de Manuel Bretón de los Herreros (1796-1873, dramaturgo y poeta español), concretamente perteneciente a su Epístola moral:

"...Escribir y crear es nuestro fuerte,
No hay poste ya sin cartelón impreso,
Ni prensa ociosa, ni punzón inerte.

¡Así se compran páginas al peso,
Pagando medio duro por arroba,
Para envolver los dátiles y el queso!

Uno invoca a las brujas en su trova;
Otro sigue a Aristóteles y a Horacio;
Otro pinta a los héroes con joroba;

Aquel pulsa la lira en un palacio;
Aquel otro rasgando la bandurria
Muestra en un bodegón su cartapacio..."

Por último, nos despedimos comentando que también recoge el DRAE la expresión "echar por arrobas" con el significado de abultar y ponderar mucho las cosas...

¡Hasta la próxima ponderación desde llave.mundo@gmail.com! ;-)
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domingo, 7 de mayo de 2017

Diccionario de Acuna Patatas - ESTAFERMO


Amigos, hoy os traemos una nueva entrega del Diccionario de Acuna Patatas (palabras divertidas recogidas en el DRAE) presentada por nuestros custodios Yin y Yang (Acuna Patatas).

En el vídeo de hoy, nos presentan la palabra ESTAFERMO, ¡no os lo perdáis! :) 

SOLARIEGA

Sugerida por...Perro Galáctico


Casa Grande (Veiga de Forcas) --- Dama

1. Perteneciente o relativo al solar de antigüedad y nobleza.
2. Dicho de un fundo: Que pertenece con pleno derecho a su dueño.
3. Antiguo y noble.
4. En la Edad Media, se decía del hombre o colono que vivía en tierra del rey, de la Iglesia o de un hidalgo, sometido al poder personal de su señor.


La hacienda solariega era una clase de señorío, propio de la Edad Media, otorgado por los monarcas a los nobles y clérigos como pago por sus servicios. El señor solariego cobraba por el tránsito por sus tierras asignadas, por el uso del molino, etc... ejerciendo como un funcionario al servicio del Rey para cobro de impuestos y administración de su territorio.

Por extensión, la casa solariega es la más antigua y noble de una familia, que tradicionalmente pasa de padres a hijos permaneciendo siempre en posesión de un mismo linaje.

Para ilustrar nuestra voz de hoy nada mejor que citar a El marqués de Lumbría, excelsa novela de Miguel de Unamuno y Jugo (1864-1936) -escritor y filósofo español que cultivó gran variedad de géneros literarios en los que la rebelión de la mujer fue un tema clave recurrente-.

Así comienza, El marqués de Lumbria, publicada en 1920:

La casona solariega de los marqueses de Lumbría, el palacio, es como se llamaba en la adusta ciudad de Lorenza, parecía un arca de silenciosos recuerdos del misterio. A pasear de hallarse habitada, casi siempre permanecía con las ventanas y los balcones que daban al mundo cerrados. Su fachada, en la que se destaca un gran escudo de armas del linaje de Lumbría, …


En fin... casonas solariegas, hoteles o palacios reales... ¡qué maravilla de variedad de bienes raíces!... y que todos los inmuebles tienen cabida cuando decidimos invertir en SOCIMIs o Sociedades Cotizadas de Inversión en Mercados Inmobiliarios.

¡Hasta la próxima inversión!