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miércoles, 21 de febrero de 2018
CILICIO
1. Faja de cerdas o de cadenillas de hierro con puntas, ceñida al cuerpo junto a la carne, que para mortificación usan algunas personas.
2. Saco o vestidura áspera que se usaba antiguamente para la penitencia.
¡Muy buenas amigos!
Cilicio es una sonora y evocadora palabra que proviene del latín cilicium , con el significado original de 'tejido de cerdas de cabra de Cilicia'…
Una etimología esta que casa muy bien con el significado de la primera acepción (faja de cerdas para mortificación), de la cual deriva -ampliando el campo semántico- la segunda acepción (vestidura áspera para la penitencia).
Nos regala nuestra custodio Toyita la siguiente reflexión a propósito de la palabra de hoy:
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Me han regalado unos zapatos de tacón alto, digamos altísimo.
Según la obsequiante “para que te veas elegante”.
Mirándolos los asocio (la mente tiene unas ideas) a aquella época donde los seres humanos usaban cilicio, una prenda de auto-castigo o disciplina personal. Lo usaron pueblos antiguos, plebeyos, reyes, sabios y no tanto. Lo usan hoy algunas órdenes religiosas.
Inicialmente era una tela oscura y áspera tejida con pelo de cabra o de camello, símbolo de profunda tristeza y lamentación.
Hay personas que en un gran duelo visten de negro, se rasuran el cabello o se emborrachan hasta quedar despojados de toda lucidez.
O tal vez elijan elevarse sobre tacones de 20 centímetros y estoicamente caminar por la vida llevando un verdadero cilicio en sus pies.
¿Las mujeres tenemos algo de auto-flagelantes?
Esa es mi duda.
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¡Gracias Toyita! Hoy nos despedimos con el comienzo del poema La cartuja de Rubén Darío:
Este vetusto monasterio ha visto,
secos de orar y pálidos de ayuno,
con el breviario y con el Santo Cristo,
a los callados hijos de San Bruno.
A los que en su existencia solitaria
con la locura de la cruz, y al vuelo
místicamente azul de la plegaria,
fueron a Dios en busca de consuelo.
Mortificaron con las disciplinas
y los cilicios la carne mortal,
y opusieron, orando, las divinas
ansias celestes al furor sexual.
¡Hasta el próximo suplicio! ;-)
10 comentarios:
Interesante lo que compartes.....me alegro de no usar zapatos de tacón alto......Saludos
Gracias por publicar mi palabra.
Por cierto, anduve 2 minutos con los zapatitos y eso sería todo. Los cambié por unos planos, andar elevada puede ser muy "elegante", pero como dices, un suplicio.
Toyita
Vivimos en una España de cilicio y pandereta
Gracias, Sandra :-)
Gracias a ti, Toyita, un placer contar con tu apoyo, tus propuestas y tu compañía todos estos años :-)
Sin duda, jajajaja... ¡Muy buena observación, Jose Antonio!
Hola amigos, interesante la palabra de hoy (os sigo hace tiempo)
Me encanta la colaboración de Toyita, muy acertado su símil: cilicio, taconazos, no obstante, a mi si me parecen elegantes, aúnque reconozco que a veces son un suplicio.
Rubén Diario !genial! gran poeta nicaragüense.
Un saludo. Pili
Gracias por pasarte, Pili :-)
Aparece en viñetas de Forges ambientadas en el franquismo.
Hola muy util gracias. 😄
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