Coche de caballos de dos ruedas y dos o cuatro asientos.
Nuestra palabra del día procede del francés charrette, diminutivo de char, "carro", y en concordancia con su origen etimológico, precisamente designa un carro o carruaje en el cual el caballo va enganchado mediante dos varas que van sujetas a la caja.
Se trata de un coche básicamente de uso de campo, y puede tener uno o dos asientos dobles, uniendo en este ultimo caso las espaldas de sus ocupantes. Las limoneras -cada una de las varas del coche- son bastante independientes de la caja, uniéndose a ella mediante muelles tanto por delante como por detrás.
De acuerdo con el DRAE, este sustantivo es de género femenino (la charrete y no el charrete), aún así encontramos que la mayoría de las citas literarias toman esta voz con género masculino, como observamos por ejemplo en este fragmento de Lucrecia y la rata, obra de Antonio Pavón:
"...Levantó la mirada al cielo y comprobó que una parte se estaba tornando azul prusia. La tarde declinaba y creyó apreciar, cuando bajó la mirada, que los usuarios de la cañada real apresuraban el paso.
Y la misma impresión le produjo el charrete tirado por un caballo tordo que se alejaba del pueblo por la carretera comarcal de Conquista..."
¡Hasta el próximo artículo de alto copete! ;-)
5 comentarios:
Interesante saber que uno podría haber tenido un charrete y no saberlo
Los carruajes de caballos me gustan. Tardaríamos más tiempo en llegar a los sitios pero, a veces, es más interesante el recorrido que la llegada
En casa había una "cabrita" (así le llamamos) antigua, una especie ya en extinción. Aunque en provincias del Sur se usa el carretón, una vehículo de carga tirado por dos caballos.
Abrazos
Con los vehículos modernos es una reliquia. No podría ni transitar en la ciudad.
Pura nostalgia.
Gracias por la información.Siempre creí que era "el charrete", varias obras así lo nombran.
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