jueves, 11 de julio de 2013

CALOYO

1. Cordero o cabrito recién nacido.
2. Quinto. Mozo desde que sortea hasta que se incorpora al servicio militar.

(Este artículo ahonda en la segunda acepción de la palabra, complementando al ya publicado el 6 de octubre de 2009)

(Escrito por... Alfonso Cañizares)
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Acerca de la segunda acepción de caloyo Julio Casares se limita a decir: Quinto. La RAE amplía el concepto: Quinto: soldado mientras realiza la instrucción.

Joan Corominas en su Diccionario etimológico amplía más su definición: Quinto, soldado nuevo y añade que es una voz jergal, relativamente moderna, pues aparece por primera vez en la literatura española en 1859. Emparenta con el gascón “caloy” labriego, hombre que se las da de guapo y con el portugués “caloiro”, estudiante novato. Expresa que su origen es desconocido.

La gran Enciclopedia Espasa, en su tomo X, define esta segunda acepción como Quinto, Recluta, pero añade que es un vocablo figurado procedente de Germania. Sin embargo no consta en el precioso VOCABULARIO de GERMANÍA, compuesto por la orden de a.b.c. para declaración de sus términos y lengua. Compuesto por Juan Hidalgo. Editado en Madrid por D. Antonio de Sancha. Año 1779.

La omisión de este vocablo ¿no puede significar que apareció por primera vez en años posteriores?. Ello confirmaría a Joan Corominas y es causa de que no figure ni en el de Autoridades ni el de Covarrubias.

Existe también otra obra: El Diccionario General y Técnico Hispanoamericano, compuesto por el Doctor Manuel Rodríguez-Navas y Carrasco, editado en Madrid por el Centro de Cultura Hispanoamericano en 1918.

En este curioso diccionario que en su primera página proclama que contiene 138.762 palabras, mientras que el de la Academia (14ª edición) solo tiene 59.235. Su definición es: Adjetivo. Aplícase al soldado novicio, quinto.

Hay, pues, plena coincidencia entre los distintos diccionarios, compuestos en épocas diferentes y variados contenidos.

Y como ejemplo literario, esta segunda acepción la emplea Eduardo Mendoza, en su Premio Planeta 2010. Capítulo 28, titulado “RIÑA DE GATOS. MADRID. 1936”.

“Por último no se puede contar a ciegas con la obediencia de la tropa, ni con la aptitud de un atajo de CALOYOS sin experiencia en combate.”

Este párrafo figura en la obra premiada como una conversación entre tres generales: Mola, Queipo de Llano y Franco, como preparatoria para su sublevación.
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¡Gracias Alfonso!... ¡Hasta la próxima voz arrullada por el sonido del arroyo! ;-)

4 comentarios:

Tio Antonio dijo...

Interesante y extraña palabrita. Es la primera vez que la veo. Otra más para definir al pobre soldadete novato recién llegado a las fuerzas armadas.

Saludos.

ojo humano dijo...

Lo increíble es que hay personas que se laman "Quinto", "Segundo", "Primero", vaya, falta que les llamen "Caloyo" además.
Interesante palabra, en Chile le llamamos "Pelao".

Anónimo dijo...

Qiuero aportar a tan intersante voz, las siguientes notas:Además de las dos acepciones mencionadas, en el Diccionario de 1895 de Zerolo, lo define también como 2.Pipiolo; sentido que le va al pelo al dicho pupular mencionado en la publicación del 6 de octubre de 2009. Y en Vozdemitierra lo llaman Caloyo a Niño gordo y tranquilo.
Y pipiolo en su 2.m. Niño, muchacho.
Saludos. Ylagares

Francisco Espada dijo...

Nunca he usado esta palabra, a pesar de su doble acepción, en ninguno de sus sentidos.

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