jueves, 29 de agosto de 2013

CELEMÍN

1. Medida de capacidad para áridos, que tiene 4 cuartillos y equivale en Castilla a 4,625 l aproximadamente.
...y 2 más...

Nuestra custodio AleMamá al proponernos esta voz -que también nos sugiere nuestro custodio Altafulla- nos comenta: "...Con el sistema universal de medidas se han olvidado estas antiguas que suenan tan entrañables..."

...Y es que si bien es cierto que el SI -Sistema Internacional de unidades- ha ayudado a estandarizar una miríada de diferentes magnitudes empleadas en diversos países o regiones y en infinidad de contextos, también es verdad que se ha perdido parte del encanto de lo tradicional, de las unidades de medida clásicas, cercanas a la tierra, a la costumbre, a la historia... y que se han usado desde tiempos ancestrales...

...Tal es el caso de la que hoy nos ocupa, el celemín (probablemente del árabe hispánico *ṯamaní, "de un octavo"), que comenzó siendo una unidad de volumen para áridos, y evolucionó para designar la segunda acepción que recoge el diccionario:

"2. Porción de grano, semillas u otra cosa semejante que llena exactamente la medida del celemín".

Y de ahí, expandió un poco más su rango semántico para llegar a esta tercera acepción:

"3. Medida antigua de superficie que en Castilla equivalía a 537 m2 aproximadamente, y era el espacio de terreno que se consideraba necesario para sembrar un celemín de trigo".

Os dejamos con un fragmento de una de las famosas Silvas de Lope de Vega:

"...y un alma en cada niña de esmeralda,
de cuyos garabatos
colgar pudieran las de muchos gatos;
chapines de tabí con sus virillas,
entre una y otra, descubriendo espacios
de la roja color de los topacios,
de nuestra edad y siglo maravillas;
que lo que ser solía
un medio celemín con ataujía,
un pirámide es hoy de tela de oro
y cuesten sus adornos un tesoro,
que ponen miedo de casarse a un hombre,
subiendo el dote a un número sin nombre,
si piensa sustentar traje tan rico.
Sentóse, al fin, mirlándose de hocico,
y prosiguió la fiesta de la danza
contra la posesión de la esperanza.
Mas ¿quién dijera que saliera incierta?
Marramaquiz, entrando por la puerta,
vencido de un frenético erotismo,
enfermedad de amor, o el amor mismo..."

¡Hasta el próximo romance, buscadores de palabras! ;-)
.

3 comentarios:

ecos de ubeda dijo...

padre era agricultor y a los animales de carga en este caso mulos para la cebada se les echaba con un celemin la paja ya era aparte a brazadas pero lo llamado cereal cebada o trigo era celemin ,me habeis hecho echar recuerdos al aire

Francisco Espada dijo...

Recuerdo cómo mi abuelo medía la cosecha de granos por fanegas y cuartillas. ¡Qué tiempos!

ojo humano dijo...

En nuestros campos se usaba el decalitro, un cajón para medir.
Preciosa palabra.

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