sábado, 23 de noviembre de 2013

LETUARIO

1. Especie de mermelada.
2. Electuario.

(Del latín tardío electuarĭum, y este del griego *ἐλ[λ]εικτάριον, derivado de ἐλλείχειν, "lamer"). (Artículo escrito por Alfonso Cañizares).

******
El diccionario de la RAE vigente define este vocablo como término en desuso, lo que indica que en otro tiempo anterior fue usado y a los que nos gusta el lenguaje, sus vericuetos y la dinámica de todo ser vivo, disfrutamos cuando en tiempo actual, una obra situada en el Siglo XVII, utiliza voces usadas en la época, para dar mayor veracidad al argumento.

Esto sucede con la novela de Pedro Delgado Cavilla – EL MISTERIO CERVANTES- LA NOVELA QUE REVELA LAS CLAVES OCULTAS DEL QUIJOTE, publicada por Planeta SA en Octubre 2005, como primera edición.

En ella, y en su página 179, dice:

“Alonso se desayunó en la calle [Comer fuera del Colegio le producía una infantil sensación de libertad, lo que daba el placer de la improvisación, y no la buena mesa, pues en nada podía competir un tenderete de aguardiente y LETUARIO, con la cuidada cocina del Colegio].

La novela es amena, divertida y muy culta. Trata en un entorno policíaco, sobre la pugna entre dominicos (inquisidores) y jesuitas (más liberales). El Colegio del párrafo citado es el Colegio de Jesuitas.

En el siglo XX, en 1916 la Gran Enciclopedia Universal Ilustrada Espasa Calpe. Tomo XXX, pág. 252, define el vocablo así:

Especie de mermelada// Bocadillo que se solía tomar por la mañana antes del aguardiente// Antiguamente Electuario.

Con posterioridad a esta fecha todos los diccionarios españoles, incluido el de la RAE (1992), se limitan a decir que es una especie de mermelada y algunos incrementan el texto, con “Preparación farmacéutica espesa, electuario”.

Sin embargo, en el Siglo XVII, en 1611, El Tesoro de la Lengua Castellana o Española, de Sebastián de Covarrubias y Horozco, se explaya diciendo literalmente.

“Cierto género de conservas que hazen los Boticarios y las guardan en botes; tomó el nombre de la lechuga, porque devió ser la primera de que se hizo conserva, o sea de sus hojas y de sus tallos, como oy se haze dellos y de la escorconera. O la más verdadera etimología es averse dicho electuarios ab eligendo, porque se eligen las cosas salutíferas y medicinales para coleccionarlas.”

Por último en el Siglo XVIII, en 1732, el Diccionario de Autoridades de la RAE, en su Tomo tercero, dice:

“Lo mismo que electuario de donde se corrompió. Quevedo: El vejete palabrero, que a poder de LETUARIO, acostándose canario, se nos levanta xilguéro.”

La palabra estudiada, LETUARIO, es citada alguna vez más en la meritada novela que, repito, es amena y muy culta, además de citar a autores muy diversos, al margen de Cervantes y hace un análisis muy interesante tratando de demostrar que el Autor del Quijote espurio, Fernández de Avellaneda, era un dominico natural de Aragón. Por todo lo dicho, el libro es muy recomendable.
******

¡Gracias Alfonso!... ¡Hasta el próximo afluente de caudal inmisario! ;-)
.

5 comentarios:

mer dijo...

Imagínate en una barca en un río
Con mandarinas y cielos de mermelada....;-)

ojo humano dijo...

Me encantó ese aire sibarita del post, por cierto, poco letuario aconseja el galeno de los horrores, tú sabes, prevenir es la ley.
Excelente palabra y las citas, especialmente la de don Pedro que pica la curiosidad.
Gracias, amigos.

Francisco Espada dijo...

Los grandes autores saben usar los términos de antaño cuando hablan de otro momento histórico.

Unknown dijo...

He leído en una novela de F. Garcia Pavón: " Plinio, con la cara más larga que un letuario". Se debe referir al recipiente farmacéutico. Que gran escritor.
Santiago Garcia.

Talleyrand dijo...

El mí mismo García Pavón en sus Cuentos Republicanos escribe : " arrope con letuario y mostillo con almendras". Estoy con Vd ¡ Qué gran escritor y qué olvidado!

Publicar un comentario