lunes, 19 de mayo de 2014

ALACENA

Armario, generalmente empotrado en la pared, con puertas y anaqueles, donde se guardan diversos objetos.

Alacena es una bella y evocadora palabra procedente del árabe hispánico alẖazána, y este del árabe clásico ẖizānah que designa un mueble destinado a guardar la vajilla, cubertería y otros enseres destinados a poner la mesa.

Para ejemplificar la voz de hoy hemos decidido compartir un par de hermosos poemas. El primero lleva por nombre Jacintos y pertenece a la poetisa española María Victoria Atencia:

"Los bulbos desecados en la alacena oscura
penden, y halcones penden del azul arrasado
y hay quienes los estudian cuando en la torre anidan;
hay quienes cuentan y anotan sus trasiegos.
La vida se suspende. Yo misma estoy suspensa.
Yo, jacinto también que ignoro los renuevos;
Yo, suspendido halcón que ya se abate."

Y el segundo es la Canción del tentador, de Rosario Castellanos, genial poetisa mexicana:

"Habitación de duendes
barre tu casa;
deja ya de gemir porque no tienes
un manojo de espigas en la falda.

Borra de esas paredes
calaveras pintadas,
cesa de pisotear racimos secos,
lleva tus pies a la piadosa grama.

Hurgas en ti y encuentras
alacenas saqueadas
y en el hogar un copo de ceniza
y un haz de leña verde y hogueras apagadas.

Abre tu puerta y oye:
alguien tiende los brazos y te llama.
Es el mundo que pide su rescate
como Moisés perdido entre las aguas."

¡Hasta la próxima voz desde el cielo y la gehena! ;-)
.

2 comentarios:

Pilar Abalorios dijo...

Es una palabra que huele a cocina, a galletas recien hechas a caricias de azúcar...a infancia

ojo humano dijo...

Me encanta por las reminicencias que evoca.
Gracias por el agrado de un buen recuerdo.

Publicar un comentario