(De pitiminí)
De poca importancia.
Pitiminí proviene del francés petit, "pequeño" y menu, "menudo", y es una voz que se emplea en la locución adverbial "de pitiminí" con el significado: "de poca importancia". Además, se suele usar esta construcción en referencia a personas sumamente delicadas, afectadas, melindrosas, o directamente, ñoñas.
Por cierto que también existe una variedad de rosal de tallos trepadores, que florece formando ramilletes de rosas diminutas, y que precisamente es denominado "rosal de pitiminí"
Como ejemplo de uso de nuestra voz de hoy, os traemos a nuestra página un pequeño fragmento del escritor español Juan Pablo Forner y Segarra (1756-1797):
“…Y no les de un pito de que nazcan fieros y monstruosos sus hijos intelectuales. Valga la verdad, la comparación era descabellada y hermana uterina del otro argumento que forjaba en abono de la filosofía; porque, como, ¡aquí de Dios! esto, es substancia, ¿no es afeminar las ciencias y hacerlas remilgadas y zalameras, damiselas de pitiminí, mucho afeite, mucho arrebol, mucho dengue y mucha meretricia? …”
¡Hasta la próxima palabra!
.
De poca importancia.
Pitiminí proviene del francés petit, "pequeño" y menu, "menudo", y es una voz que se emplea en la locución adverbial "de pitiminí" con el significado: "de poca importancia". Además, se suele usar esta construcción en referencia a personas sumamente delicadas, afectadas, melindrosas, o directamente, ñoñas.
Por cierto que también existe una variedad de rosal de tallos trepadores, que florece formando ramilletes de rosas diminutas, y que precisamente es denominado "rosal de pitiminí"
Como ejemplo de uso de nuestra voz de hoy, os traemos a nuestra página un pequeño fragmento del escritor español Juan Pablo Forner y Segarra (1756-1797):
“…Y no les de un pito de que nazcan fieros y monstruosos sus hijos intelectuales. Valga la verdad, la comparación era descabellada y hermana uterina del otro argumento que forjaba en abono de la filosofía; porque, como, ¡aquí de Dios! esto, es substancia, ¿no es afeminar las ciencias y hacerlas remilgadas y zalameras, damiselas de pitiminí, mucho afeite, mucho arrebol, mucho dengue y mucha meretricia? …”
¡Hasta la próxima palabra!
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4 comentarios:
Las rosas del jardín de mi madre, en aquella casa de mi infancia.
Un saludo
Vayaa....
que rosal mas bonito no?:)
Qué bonitas palabras las del ejemplo.
Soy una palabra menos ignorante.
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