1. Muro de una fortaleza.
2. Camino situado en lo alto de una muralla, detrás de las almenas; en fortificación moderna, en el terraplén que queda después de construido el parapeto.
3. Protección, defensa.
4. En las antiguas ciudades musulmanas, callejón particular que daba acceso a las viviendas situadas en él y que se cerraba por las noches.
5. Calleja o callejón sin salida.
Adarve es un término que procede del árabe hispánico addárb, a su vez del árabe clásico darb, y este del pelvi dar: "puerta".
Un adarve es, en definitiva, un muro de protección que sirve de defensa, a menudo provisto de un camino estrecho situado sobre el mismo, que permitía la libre circulación de los soldados y la comunicación entre los diferentes puestos de vigilancia. El adarve fue sin duda una pieza clave en las fortalezas de la Edad Media...
La palabra adarve, además, también es equivalente a "calleja", "callejón sin salida", y concretamente en las antiguas ciudades musulmanas designaba un estrecho callejón particular que daba acceso a las viviendas situadas en él y que se cerraba por las noches...
Leopoldo Torres Balbás (1888-1960, arquitecto y arqueólogo español) nos ilustra con el siguiente fragmento de su obra Crónica de la España musulmana:
“…Menciónase un adarve cerrado y bastantes sin salida. La diferencia entre calle y adarve no parece muy clara en varios de estos documentos, pero se ve sin embargo que ambas palabras respondían a disposiciones distintas. Una calle era adarve; un adarve estrecho era calle…”
¡Hasta el próximo paseo en pos de las mil y una noches! ;-)
.
2. Camino situado en lo alto de una muralla, detrás de las almenas; en fortificación moderna, en el terraplén que queda después de construido el parapeto.
3. Protección, defensa.
4. En las antiguas ciudades musulmanas, callejón particular que daba acceso a las viviendas situadas en él y que se cerraba por las noches.
5. Calleja o callejón sin salida.
Adarve es un término que procede del árabe hispánico addárb, a su vez del árabe clásico darb, y este del pelvi dar: "puerta".
Un adarve es, en definitiva, un muro de protección que sirve de defensa, a menudo provisto de un camino estrecho situado sobre el mismo, que permitía la libre circulación de los soldados y la comunicación entre los diferentes puestos de vigilancia. El adarve fue sin duda una pieza clave en las fortalezas de la Edad Media...
La palabra adarve, además, también es equivalente a "calleja", "callejón sin salida", y concretamente en las antiguas ciudades musulmanas designaba un estrecho callejón particular que daba acceso a las viviendas situadas en él y que se cerraba por las noches...
Leopoldo Torres Balbás (1888-1960, arquitecto y arqueólogo español) nos ilustra con el siguiente fragmento de su obra Crónica de la España musulmana:
“…Menciónase un adarve cerrado y bastantes sin salida. La diferencia entre calle y adarve no parece muy clara en varios de estos documentos, pero se ve sin embargo que ambas palabras respondían a disposiciones distintas. Una calle era adarve; un adarve estrecho era calle…”
¡Hasta el próximo paseo en pos de las mil y una noches! ;-)
.
3 comentarios:
Precioso cuadro, así como tu Blog.
Me gustó visitarte y me quedo.
Un abrazo lleno de ternura.
Mau
Paso de guardia, castillo, historia, una palabra para soñar caminando.
Una palabra muy usada en mi tierra.
Publicar un comentario