Cajón que se va estrechando hacia el fondo, que se usa sobre todo para amasar el pan
Calentar el horno es cosa de dos o tres horas, dependiendo de la calidad de la leña. Está a punto cuando blanquean las piedras de la boca del horno. Antes de introducir el pan se procede al barrido. Luego se van metiendo los bollos mediante una pala apropiada. Con la antelación necesaria se amasaba en la “artesa”. Una vez que fermentaba la masa, se procedía a trocearla y a darle forma en un “copete”. Del copete a la pala y de la pala al horno. Como este proceso era muy sacrificado, se cocía pan para quince días. El pan se hacía de maíz, de centeno, de trigo o mezclado, según la economía familiar.
Parroquia de San Julián de Vigo. Vivienda antigua.
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