1. Persona entremetida.
2. Persona que emprende muchas cosas sin fijarse en ninguna.
Sí, en efecto, podría haber sido pruebaguisos o libamieles... pero el destino que mueve los hilos de la etimología, quiso -no exento de ironía-, que el verbo catar y el sustantivo caldo entraran en sintonía... moldeando por siempre la palabra que habría de designar al indiscreto, el enredador, el metiche y el intruso con alevosía: el redomado catacaldos...
Y es que al que prueba de todos los caldos, más le valdría guardarse de acabar con la lengua chamuscada...
Escribe Benito Pérez Galdós en la Fontana de Oro:
"... —¿Quiénes son esos pelandingues?—dijo uno.
—Este es el aragonés que nos rezó el rosario esta noche. ¡Qué modo de hablar!
—Si parecía un sermón de Viernes Santo….
—El diablo me lleve si no les acaricio las muelas á esos catacaldos—dijo Tres Pesetas, dispuesto á hacer lo que decía.
Javier, el Doctrino, el poeta clásico, vieron una tempestad sobre sus cabezas; pero el poeta clásico, que era el mismo enemigo, no se acobardó y tuvo el antojo de llamar rapista al grandioso Calleja. La chispa saltó, y la lucha era inminente..."
¡Tened cuidado con lo que catáis, queridos custodios!... Se despide de vosotros un día más el degustasushis de La Llave... ¿Estaréis aquí mañana? ;-)
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(Sugerida por... José Luis)
1 comentario:
No conocía la palabra...Ahora lo tengo claro, a veces soy un poco catacaldo... Abrazo.
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