Maravilla. Planta herbácea de la familia de las Compuestas, de tres a cuatro decímetros de altura, con hojas abrazadoras y lanceoladas.
Caléndula es un sustantivo que procede del latín calendŭla, nombre científico de esta planta cuyas flores se han usado tradicionalmente en medicina como antiespasmódico.
Se trata de hierbas de escasa altura (40 o 50 cm), de tallos erectos y ramificados desde la base formando densas matas; con hojas lanceoladas y simples, de entre 5 y 20 cm de largo con flores amarillas o naranja intenso muy vistosas. En la actualidad son muy populares como plantas ornamentales en jardines y macetas.
Escribe el poeta español Rogelio Buendía en su obra La poesía de lo desconocido:
"Oh, la dulce delicia de lo incógnito
que se esfuma en las calles y en los campos!
¡Oh, el anhelar saber quién es la dama
que cerca de nosotros ha pasado,
oliendo a violetas o a caléndulas
o al perfume fragante de los nardos!
Delicia del anónimo inocente
que sin querer firmarse está firmado,
al hablar de unos celos y un amor,
por una temblorosa y blanca mano.
Curiosidad ingenua que tenemos
por unos ojos y un perfil románticos..."
¡Hasta el próximo romance de lingüístico arrobamiento y trance! ;-)
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5 comentarios:
Jajajajaja...qué arte cerrando pa la próxima!!! ;D
Buendía caléndulos
La palabra de hoy remite a una ciertamente bonita flor, a la que no se porque por estas latitudes se la conoce con el despectivo nombre de "culo de perro".
Sin duda una injusticia del lenguaje
Más que injusticia del lenguaje, la injusticia de la mirada. Todo depende del cristal(lino).....
Besitos, culitos
Siempre hay que cerrar con una brizna abracadabrante... ¡tenemos un léxico tan vasto a nuestra disposición! ;-)
Gracias Mer
Verdaderamente interesante... gracias Gabriel... ¿algún lector nos podría ilustrar acerca de esta curiosa asociación?... estoy genuinamente intrigado ;-)
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