1. Planta herbácea, vivaz, de la familia de las Primuláceas. Es espontánea en toda Europa, y el rizoma, que buscan y comen los cerdos, se emplea como purgante.
2. Fruto de esta planta.
Estimados lectores, el DRAE describe esta planta -remitiéndonos a ciclamino y luego a pamporcino- de la siguiente forma:
Planta herbácea, vivaz, de la familia de las Primuláceas, con rizoma grande y en forma de torta, del que parten muchas raicillas, hojas radicales, de largos pecíolos, acorazonadas, obtusas, abigarradas de verde en el haz y rojizas en el envés, flores elegantes, aisladas, de corola con tubo purpurino y divisiones róseas, pendientes de un pedúnculo, primero erguido, y arrollado en espiral después de la fecundación, para esconder en tierra el fruto, que es seco, capsular y redondo, con varias semillas negras, menudas y esquinadas. Es espontánea en toda Europa, y el rizoma, que buscan y comen los cerdos, se emplea como purgante, generalmente en pomadas, pues es peligroso su uso interno.
Tras esta descriptiva y larga definición, tan solo os propondremos una cita de esta bella planta, de la cual podemos disfrutar en estado natural en toda Europa, aunque hoy en día es cultivada en todo el mundo por su belleza...
...Transcribimos un párrafo de Ciclamen arriba, fábula escrita por Mario Satz (1944) poeta, novelista, ensayista y traductor argentino, donde el autor da vida a esta bella flor:
“…Ocurrió así: de pronto hace miles y miles de años, una planta de la que hoy sabemos que era de la región de Shiraz, en Irán, sintió que en un determinado lugar, cerca de ella, alguien la amaba. Eso bastó para que, en un comienzo poco a poco a poco y en seguida con tirones e izamientos regulares, los pétalos del ciclamen comenzaran a elevarse. La curiosidad vegetal, se sabe, es escasamente móvil.
Los heliotropos miran al sol, los dondiegos la luna y las estrellas, las caléndulas el amanecer, las rosas el mediodía y las violetas las sombras de los pinares. Pero la mirada que sobre sí percibía el ciclamen, ¿provenía de atrás, de arriba, del costado izquierdo o del derecho? La flor nunca llegó a saberlo, a pesar de lo cual comprendió que, aunque no pudiese reconocer el foco emisor de la calidez, la orientación de ese cariño, igualmente le abría de par en par los poros y elevaba el cuerpo a los cielos…”
Estimados lectores, el DRAE describe esta planta -remitiéndonos a ciclamino y luego a pamporcino- de la siguiente forma:
Planta herbácea, vivaz, de la familia de las Primuláceas, con rizoma grande y en forma de torta, del que parten muchas raicillas, hojas radicales, de largos pecíolos, acorazonadas, obtusas, abigarradas de verde en el haz y rojizas en el envés, flores elegantes, aisladas, de corola con tubo purpurino y divisiones róseas, pendientes de un pedúnculo, primero erguido, y arrollado en espiral después de la fecundación, para esconder en tierra el fruto, que es seco, capsular y redondo, con varias semillas negras, menudas y esquinadas. Es espontánea en toda Europa, y el rizoma, que buscan y comen los cerdos, se emplea como purgante, generalmente en pomadas, pues es peligroso su uso interno.
Tras esta descriptiva y larga definición, tan solo os propondremos una cita de esta bella planta, de la cual podemos disfrutar en estado natural en toda Europa, aunque hoy en día es cultivada en todo el mundo por su belleza...
...Transcribimos un párrafo de Ciclamen arriba, fábula escrita por Mario Satz (1944) poeta, novelista, ensayista y traductor argentino, donde el autor da vida a esta bella flor:
“…Ocurrió así: de pronto hace miles y miles de años, una planta de la que hoy sabemos que era de la región de Shiraz, en Irán, sintió que en un determinado lugar, cerca de ella, alguien la amaba. Eso bastó para que, en un comienzo poco a poco a poco y en seguida con tirones e izamientos regulares, los pétalos del ciclamen comenzaran a elevarse. La curiosidad vegetal, se sabe, es escasamente móvil.
Los heliotropos miran al sol, los dondiegos la luna y las estrellas, las caléndulas el amanecer, las rosas el mediodía y las violetas las sombras de los pinares. Pero la mirada que sobre sí percibía el ciclamen, ¿provenía de atrás, de arriba, del costado izquierdo o del derecho? La flor nunca llegó a saberlo, a pesar de lo cual comprendió que, aunque no pudiese reconocer el foco emisor de la calidez, la orientación de ese cariño, igualmente le abría de par en par los poros y elevaba el cuerpo a los cielos…”
¡Hasta la próxima palabra! :)
.
4 comentarios:
Gracias por tan grata explicacion , yo tengo una en casa
En Chile le llamanos Violeta de Persia.
Precioso relato.
Saludos.
Me gusto mucho la fabula de Mario Satz. Es una bella forma de describir esta flor tan disparatada y no por eso menos hermosa.
En Valencia es una planta muy comun! Justamente ahora esta floreciendo y nos llena la ciudad de pinceladas de alegría y color.
Publicar un comentario