Donairoso, alegre, desenvuelto.
Jacarandoso, sa es un adjetivo empleado en modo coloquial para calificar a una persona alegre y desenvuelta. Procede de la voz jacarando -guapo, baladrón-, a su vez de jácaro, esta de jaque, del árabe hispánico *šáqq, y este del árabe clásico šiqq, mitad de cualquier cosa dividida en dos partes...
Encontramos un par de interesantes ejemplos de uso... El primero de la mano de Armando Palacio Valdés, perteneciente a su obra La hermana San Sulpicio:
"...La entretenía con preguntas acerca de Málaga, a las cuales ella contestaba con marcada indiferencia, mirándome alguna vez con curiosidad, como diciendo para sí: «¿Quién será este desaborío?» Me esforzaba en aparecer alegre y jacarandoso como los demás, y, sobre todo, en disimular el acento de mi país, adoptando otro, si no andaluz, castellano puro, al menos. No lo conseguía..."
Y el segundo de José María de Pereda, en su obra Los hombres de Pro:
"...El señor Pereda, por lo mismo que siente mucho y bien, es enemigo jurado de la sensiblería; pero cuando llega a situaciones patéticas, encuentra para el dolor o la alegría la expresión natural y no rebuscada, y conmueve más que otros novelistas serios y estirados, por lo mismo que no se esperan tales ternuras en un autor de continuo alegre y jacarandoso..."
¡Hasta la próxima voz arrullada por un cálido viento undoso! ;-)
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2 comentarios:
Era niño cuando pusieron en la ciudad una sala nocturna,a la que evidentemente no acudía, con un nombre muy llamativo y extraño: jacaranda. Hasta allí me ha llevado la palabra de hoy.
Jacaranda mimosifolia es un árbol
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