1. Capotillo o escapulario que se ponía a los penitentes reconciliados por el Tribunal eclesiástico de la Inquisición.
2. Letrero que se ponía en las iglesias con el nombre y castigo de los penitenciados, y las señales de su castigo.
3. Descrédito que queda de una acción.
4. Difamación.
Nuestro custodio Altafulla nos envía el siguiente artículo -y la imagen que lo acompaña- acerca de nuestra voz del día:
******
Sambenito, una conocida palabra con un infame origen...
...Sambenito es sinónimo de denigración, descalificación, ignominia, mengua, desmerecimiento, desreputación, difamación, descrédito, infamación, injuria, maledicencia, baldón, vilipendio, calumnia, infamia…. Es conocida la expresión “colgar un sambenito a fulano"...
Para saber de donde viene este dicho, leamos al historiador Luis Alonso Tejada, especialista en el tema de la Inquisición. En su obra “Inquisidores y Herejes”, nos describe de forma precisa esta ignominiosa pena:
“El sambenito era un traje penitencial de origen medieval. Se trataba de un simple saco -saco bendito- , de color amarillo, con una gran cruz roja bordada en diagonal sobre espalda y pecho. Debía usarse permanentemente durante todo el tiempo que durase la sentencia. Esto exponía al penitente a las burlas e insultos de la plebe. Cumplido el castigo, no se destruía el sambenito, sino que se colgaba en el claustro de la iglesia parroquial para perpetua vergüenza del reconciliado, de sus hijos y nietos.”
La imagen corresponde a un grabado de Goya titulado “Por mover la lengua de otro modo”¨
Y vayan con cuidado moviendo la lengua en la correcta dirección, no sea que les cuelguen algún sambenito.
******
¡Gracias, Altafulla, tomamos nota del consejo!... ¡Hasta la próxima atribulación! ;-)
.
4 comentarios:
Penosa palabra, sin duda.
Es de esperar que se quede tranquila en el diccionario.
Muy buenas publicaciones.
Las de 2006 las leí anoche y son realmente fascinantes.
BESOS CON LLUVIA.
Saludos, he creado una historia para hacer uso de la palabra "sambenito"
Benito fue un negro esclavo
de la Lima colonial
que en la condición de tal
no percibía un centavo.
Un día se puso bravo
y de ¡libertad! dio el grito,
preso por este delito
encadenado y descalzo
fue conducido al cadalso
llevando su “sambenito”.
Ingeniosa rima, una vez más, gracias por compartir, Luis :)
Publicar un comentario