1. Que tiene las ijadas recogidas, a causa de no haber comido o bebido en mucho tiempo.
2. Dicho de una persona: Que está muy flaca.
Amigos, el adjetivo que os presentamos proviene de la suma de las voces tras (preposición con el significado de después de, a continuación de, aplicado al espacio o al tiempo) e ijada (del latín vulgar *iliāta, "el bajo vientre", cada una de las dos cavidades simétricamente colocadas entre las costillas falsas y los huesos de las caderas).
Como no podía ser de otra forma se aplica a personas que están muy flacas a causa de no haber comido en mucho tiempo. Lo vemos en este par de ejemplos que hemos recopilado para vosotros:
También dicen de que al borde
ha estado de perecer,
y se quiere reponer
porque ha perdido el engorde
Pues no le asientan los pastos,
y luego con la escasez
que hay por ajuera, esta vez
se ha fundido en hacer gastos.
Así es que bien trasijada
se retira la infeliz,
echando por la nariz
como suero de cuajada.
(Isidora, de Hilario Ascasubi)
Las fieras cruentas de Diciembre
Huyen trasijadas.
Al trasluz de arteros vientos reverberan los senos míos de la espera,
De ellos tal, ya del vientre y la junciana, se arranca un grito tal,
¿Cuál, decidme? ¿ Y dónde están los senos que apetecen mis sentidos?
Abridme, ¡oh puertas!, al jugo que divierte,
Al goce, a zumos del ijar,
A la boca ésta de su cuerpo, henchida de salivas.
(Tempestad secreta, de Alfredo Gangotena)
¡Hasta el próximo artículo ojeroso y trasojado! ;-)
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