Sugerida por...Ylagares y José Luis1. Regalo que se da por alguna buena nueva a quien trae la primera noticia de ella.
Del árabe hispánico albúšra, y este del árabe clásico bušrà
Albricias proviene del árabe, lengua que nos ha aportado una ingente cantidad de vocabulario al idioma castellano...
En concreto, nuestro término de hoy es una dádiva: un bien que se entrega gratuita y voluntariamente al portador de una buena noticia para celebrar algún día o suceso fausto.
Nuestro custodio Ylagares nos remite a uno de los más importantes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro español, Lope de Vega (1562-1635), concretamente a su Soneto 188...
Suelta mi manso, mayoral extraño,
pues otro tienes de tu igual decoro;
deja la prenda, que en el alma adoro,
perdida por tu bien y por mi daño.
Ponle su esquila de labrado estaño,
y no le engañen tus collares de oro;
toma en albricias este blanco toro,
que a las primeras hierbas cumple un año.
Si pides señas, tiene el vellocino
pardo encrespado, y los ojuelos tiene
como durmiendo en regalado sueño.
Si piensas que no soy su dueño, Alcino,
suelta, y verásle, si a mi choza viene,
que aún tienen sal las manos de su dueño.
Para finalizar no debemos olvidar que albricias también se puede emplear a modo de interjección para denotar júbilo...
¡Albricias!, damos por concluido este venturoso artículo...
.
Del árabe hispánico albúšra, y este del árabe clásico bušrà
Albricias proviene del árabe, lengua que nos ha aportado una ingente cantidad de vocabulario al idioma castellano...
En concreto, nuestro término de hoy es una dádiva: un bien que se entrega gratuita y voluntariamente al portador de una buena noticia para celebrar algún día o suceso fausto.
Nuestro custodio Ylagares nos remite a uno de los más importantes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro español, Lope de Vega (1562-1635), concretamente a su Soneto 188...
Suelta mi manso, mayoral extraño,
pues otro tienes de tu igual decoro;
deja la prenda, que en el alma adoro,
perdida por tu bien y por mi daño.
Ponle su esquila de labrado estaño,
y no le engañen tus collares de oro;
toma en albricias este blanco toro,
que a las primeras hierbas cumple un año.
Si pides señas, tiene el vellocino
pardo encrespado, y los ojuelos tiene
como durmiendo en regalado sueño.
Si piensas que no soy su dueño, Alcino,
suelta, y verásle, si a mi choza viene,
que aún tienen sal las manos de su dueño.
Para finalizar no debemos olvidar que albricias también se puede emplear a modo de interjección para denotar júbilo...
¡Albricias!, damos por concluido este venturoso artículo...
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6 comentarios:
"Albricias", como expresión, en casa siempre la hemos utilizado con la coletilla: "y pan de Madagascar", aunque de ésto último no sé su significado.
Interesante tu página, y muy instructiva.
Quien no comparte la dicha con el que trae la buena nueva???
Y al que le toca dar la mala noticia, no es acaso al que primero se consuela??
Feliz comienzo de semana para todos.
necesariamente, un regalo muy antiguo.
Esta palabra sí suelo usarla a menudo cuando quiero demostrar alegría (más que nada en un tono irónico, no porque mi lenguaje sea taaaan completo y acabado). Gracias como siempre!
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Delícia de Blog.
É bom ter uma página
destas ao nosso alcance.
silvioafonso.
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me encanta esta palabra!!! la digo muy a menudo y la gente me mira como... o_O
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