Sugerida por... Loly1. Especie de falda corta que se pone a algunas imágenes de Cristo crucificado, o que se usa en algunos trajes de hombre, como el escocés o el griego.
2. Enagua de bayeta negra que usaban los hombres en algunos lutos mayores.
2. Enagua de bayeta negra que usaban los hombres en algunos lutos mayores.
Este término es el diminutivo de enaguas; curiosamente, rara vez se emplea la forma singular de enagüillas, a pesar de que significa exactamente lo mismo.
En algunas zonas de España, en el área de Badajoz, por ejemplo, su uso más frecuente es el de "falda de la mesa camilla", que en los meses de invierno permitía conservar el calor del brasero.
Hay una leyenda mejicana de la época colonial: El Rosario de Amozoc, que nos ilustra la primera acepción de enagüillas.
En este pueblo cada año, por el mes de julio, se hacía vistosa y solemne procesión, de gran fama en toda la intendencia de Puebla. Desfilaban en ella todos los vecinos, ricos y pobres, llevando cada uno de ellos en alto, con orgullo, con amor, un Santo cristo. La procesión de los Cristos se le decía. Grandes, pequeñas y medianas imágenes de variadas formas, de madera colorida, rojas de sangre, llenas de anchas heridas, de cicatrices, de llagas abiertas, de cardenales de largos verdugones, con luengas cabelleras humanas y con cendales o enagüillas bordadas, ya de oro, ya de plata, ya de seda de colores. Iban también gráciles cristos de marfil, negros Cristos de Hierro, de bronce, de plata sobredorada; hasta los niños conducían crucifijos pequeños de un palmo, que salían de un ramo de flores bien compuesto.
En algunas zonas de España, en el área de Badajoz, por ejemplo, su uso más frecuente es el de "falda de la mesa camilla", que en los meses de invierno permitía conservar el calor del brasero.
Hay una leyenda mejicana de la época colonial: El Rosario de Amozoc, que nos ilustra la primera acepción de enagüillas.
En este pueblo cada año, por el mes de julio, se hacía vistosa y solemne procesión, de gran fama en toda la intendencia de Puebla. Desfilaban en ella todos los vecinos, ricos y pobres, llevando cada uno de ellos en alto, con orgullo, con amor, un Santo cristo. La procesión de los Cristos se le decía. Grandes, pequeñas y medianas imágenes de variadas formas, de madera colorida, rojas de sangre, llenas de anchas heridas, de cicatrices, de llagas abiertas, de cardenales de largos verdugones, con luengas cabelleras humanas y con cendales o enagüillas bordadas, ya de oro, ya de plata, ya de seda de colores. Iban también gráciles cristos de marfil, negros Cristos de Hierro, de bronce, de plata sobredorada; hasta los niños conducían crucifijos pequeños de un palmo, que salían de un ramo de flores bien compuesto.
1 comentario:
En mi tierra (la mancha, tierra del quijote, entre Manzanares y la Solana) esta palabra se usaba para describir una especie de falda, que se llevaba debajo del vestido. Y la frase "cuidado que se te ven las enaguas" es bastante descriptiva de su significado en sus tiempos.
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