1. Barco cargado de materias combustibles e inflamables, que se dirigía sobre los buques enemigos para incendiarlos.
2. Crítica periodística ofensiva y polémica.
Queridos lectores, nuestra curiosa palabra de hoy procede del francés brûlot, de brûler, "quemar", y describe en su primera acepción a un barco cargado de materiales inflamables, que se dirigía sobre los buques enemigos para incendiarlos...
...Los brulotes, de hecho, fueron muy utilizados en los siglos XVI y XVII, aprovechando generalmente cascos de barcos viejos de poco tonelaje. Se destinaban a prender los buques de guerra enemigos fondeados o a destruir las obras de los puertos y los puentes tendidos sobre los ríos... ¡menudo artefacto del demonio! ;-)
En cualquier caso, a nuestro custodio Altafulla, le parece especialmente interesante la segunda acepción. Nos comenta al respecto:
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A pesar de que ciertos periódicos, canales de televisión y emisoras de radio nos abruman con sus brulotes, la palabra es prácticamente desconocida.
En el “El Tango”, el gran poeta y ensayista Horacio Salas nos cuenta que cuando Carlos Gardel regresa a Buenos Aires después de su primer viaje a París, …
”Debuta en una sala cuyo público no pasa de catorce o quince filas y al día siguiente recibe un feroz brulote del diario “Crítica”. Se había atrevido a cantar una canzoneta y el cronista no se lo perdonó. “Bueno, mirá viejo, si en una de mis andanzas por el mundo hubiera encontrado al Viejo Vizcacha del Martín Fierro fumando Camel, no me hubiera causado tanta sorpresa”. El artículo llevaba la firma de Carlos de la Púa…”
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Gracias, Altafulla... ¡Hasta la próxima palabra incendiaria! ;-)
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2 comentarios:
Y permíteme un inciso.. Brutote..(Individuo que hace política en nuestro país)
Un abrazo.
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