1. Planta de la familia de las Compuestas, de hojas recortadas, ásperas y comestibles, así crudas como cocidas.
2. Bebida que se hace por la infusión de la raíz tostada de esta planta y se utiliza como sucedáneo del café.
Achicoria -también chicoria- es un sustantivo de género femenino, procedente del latín cichorĭum, y este del griego κιχόρεια, que designa una planta medicinal de la que se usan los tallos, las hojas y las raíces. Empleándose concretamente su raíz, tostada y pulverizada, como un sucedáneo del café, llamado café de achicoria o café de los pobres, un producto cardiosaludable, digestivo y beneficioso para el organismo...
Ramón Pérez de Ayala (1880-1962, esctitor y periodista español) emplea esta voz en su obra Belarmino y Apolonio:
"...Y ya por su cuenta, Belarmino abrió el diccionario y comenzó a tomar notas en un cuadernillo de hule que sacó de la chaqueta. Apenas transcurridos cinco minutos, irrumpió en la zapatería el voluminoso y rubicundo don René Colignon, fabricante de achicoria y confitero. Su rubicundez era tan flamígera que proyectaba reflejos en las paredes. Tenía, además, la epidermis tirante y barnizada, como una vejiga de manteca, y poseía una perilla color de trigo, esmeradamente construída, desde donde se alzaba la blanquecina barbeta, como un huevo en una huevera de latón dorado. Ojillos galos, rabelesianos, azules y alegres, que delataban al deleitante de la mesa y del lecho..."
Y os dejamos con un fragmento del poema Anamorfosis de José Manuel Caballero Bonald (n. en 1926, poeta español):
"Este olor a achicoria y a orujo
y a crines de caballos y a verdín
con salitre y a yerba de mi infancia
frente a África, acaso
contribuya también a perpetuar
en no sé qué recodo del recuerdo
un equívoco lastre
de amor dilapidado y de injusticia
que en contra de mí mismo cometí..."
¡Hasta la próxima infusión de palabras condensadas! ;-)
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(Sugerida por... Yeyonman)
3 comentarios:
En Navarra la usamos cruda, en forma de ensalada, compitiendo con la escarola.
Salud. Y.
Espectacular el fragmento de Ramón Pérez de Ayala.
Y por cierto, muy recomendable la ensalada. Deliciosa aliñada con vinagre de manzana y una pizca de aceite.
Preciosa palabra.
Esta palabra la asocio a aquel sucedáneo de café de los años 40-50 del siglo XX que sólo se parecía en el color del brebaje.
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