Sugerida por ...Ylagares
1.Palo largo, untado de jabón o de grasa, por el cual se ha de trepar, si se hinca verticalmente en el suelo, o andar, si se coloca horizontalmente a cierta distancia de la superficie del agua, para coger como premio un objeto atado a su extremidad.
2. Diversión de ver trepar o avanzar por dicho palo.
3. Medio de alcanzar algo rápida y cómodamente.
4. Aquello que se consigue con poco trabajo o a costa ajena.
5. Jauja. Coloquial
2. Diversión de ver trepar o avanzar por dicho palo.
3. Medio de alcanzar algo rápida y cómodamente.
4. Aquello que se consigue con poco trabajo o a costa ajena.
5. Jauja. Coloquial
Del italiano cuccagna: "jauja"
La cucaña es un entretenido juego que consiste en trepar -sólo con la ayuda de brazos y piernas- por un poste generalmente en posición vertical que está untado con alguna sustancia resbaladiza, y de cuya punta cuelga un premio (en ocasiones, un hermoso jamón de cerdo)...
Este pasatiempo se originó en Nápoles, en el siglo XVI... aunque existen indicios de que también se practicaba en Hispanoamérica largo tiempo atrás, donde se conocía con distintos nombres según el país en cuestión...
En cuanto a la acepción de cucaña como “aquello que se consigue con poco trabajo o a costa ajena", muy probablemente guarde relación con el mito del “País de Cucaña" (un país donde no era necesario trabajar y el alimento era siempre abundante), que era un utópico relato muy extendido en la Edad Media...
Con respecto a su acepción etimológica como sinónimo de jauja, nuestra voz del día se emplea para indicar todo tipo de prosperidad y abundancia, por alusión a Jauja, un valle del Perú famoso por la exuberancia y riqueza de sus tierras...
Nuestro custodio Ylagares contextualiza la palabra de hoy en La colmena (Cap. 6, final), novela cuyo autor es Camilo José Cela Trulock (1916-2002: novelista, periodista, ensayista, académico español, Premio Príncipe de Asturias 1987 y premio Nobel de Literatura). Transcribimos el fragmento que nos envía:
…La mañana sube, poco a poco, trepando como un gusano por los corazones de los hombres y de las mujeres de la ciudad; golpeando, casi con mimo, sobre los mirares recién despiertos, esos mirares que jamás descubren horizontes nuevos, paisajes nuevos, nuevas decoraciones.
La mañana, esa mañana eternamente repetida, juega un poco, sin embargo, a cambiar la faz de la ciudad, ese sepulcro, esa cucaña, esa colmena…
¡Que Dios nos coja confesados!
Por cierto que el propio Ylagares nos sugiere la imagen de nuestro artículo: un cuadro cuyo autor es ni más ni menos que Francisco de Goya y Lucientes, en el cual está representada una gigantesca cucaña colocada en la plaza del pueblo para que los más atrevidos trepen y consigan el codiciado premio ubicado en su extremo...
¡Hasta la próxima recompensa!
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4 comentarios:
Olá;
Eu sou do BRAZIL!
É muito bonito e interessante o seu blog.
Parabéns!
O seu coração é muito bonito e as suas palavras despertam a alegria da vida.
Vou te seguir! Eu te espero no meu blog para conhecer os Pecados da Mesa.
DEUS te abençõe!
Beijo!!!
Hola, sigo activamente la entrada en el blog, me parecen muy interesante la riqueza que mostráis de las palabras.
Vivo en la provincia de Castellón, y en esta zona también llamamos cucaña a una cazuela de barro, llena de regalitos y caramelos que se cuelga de una cuerda y que una persona con los ojos tapados tiene que romperla con un garrote. Los niños y no tan niños esperan que se rompa para coger del suelo las golosinas y regalos que contenía.
Era un festejo que todavía se celebra en algunas fiestas de barrio.
Un cálido abrazo y gracias por tan estupendo trabajo.
:)
Divertida palabra y muy ad hoc la cita de Cela. Un saludo.
Muchas gracias a todos (custodios y comentaristas) por contribuir en nuestra bitácora
Con vuestros comentarios todos aprendemos un poco más.
Dama.
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