Juego con que se divierten los muchachos, pellizcándose suavemente en las manos unos a otros.
Queridos lectores, el increíblemente adictivo juego de la pizpirigaña consiste nada menos que en colocar las manos con las palmas hacia abajo y los dedos extendidos con el fin de que otra persona los pellizque suavemente a la vez que canturrea una canción citando una serie de eventos que se suceden y mencionan en orden, por ejemplo...
Pizpirigaña
vino la araña
por su sabanita
para la arañita;
vino la paloma
de su palomar,
pero vino la sal,
sal menuda
para la cuba.
Cuba de barro,
tapa caballo,
caballo morisco
tapa de Obispo,
Obispo de Roma
tapa esa corona
que no se la coma
la cuca rabona
vino la araña
por su sabanita
para la arañita;
vino la paloma
de su palomar,
pero vino la sal,
sal menuda
para la cuba.
Cuba de barro,
tapa caballo,
caballo morisco
tapa de Obispo,
Obispo de Roma
tapa esa corona
que no se la coma
la cuca rabona
Bien, finalizada esta delicada operación de canturreo, el dedo en el que acabe la canción, se esconderá y volverá a repetirse la retahíla... así hasta que quede un solo dedo victorioso y ganador cuyo dueño dirigirá la nueva ronda... (que se quiten las pleyesteisions y las nintendodeeses teniendo juegos de toda la vida como estos ;))
Francisco Gómez de Quevedo y Santibáñez Villegas (1580-1645) fue un noble, político, y destacado escritor del Siglo de Oro español, del que tomamos un fragmento de su genial novela: La Historia de la vida del Buscón para ilustrar nuestra palabra de hoy:
…Determinéme de ir a una posada, donde hallé una moza rubia y blanca, miradora, alegre, a veces entremetida y a veces entresacada y salida; zaceaba un poco; tenía miedo a los ratones; preciábase de manos y por enseñarlas siempre despabilaba las velas, partía la comida en la mesa, en la iglesia siempre tenía puestas las manos, por las calles iba enseñando siempre cuál casa era de uno y cuál de otro, en el estrado, de contino tenía un alfiler que prender en el tocado, si se jugaba a algún juego era siempre el de pizpirigaña, por ser cosa de mostrar manos…
En fin, no os quedéis mirando a la musaraña... ¡hasta la próxima cucaña!
.
…Determinéme de ir a una posada, donde hallé una moza rubia y blanca, miradora, alegre, a veces entremetida y a veces entresacada y salida; zaceaba un poco; tenía miedo a los ratones; preciábase de manos y por enseñarlas siempre despabilaba las velas, partía la comida en la mesa, en la iglesia siempre tenía puestas las manos, por las calles iba enseñando siempre cuál casa era de uno y cuál de otro, en el estrado, de contino tenía un alfiler que prender en el tocado, si se jugaba a algún juego era siempre el de pizpirigaña, por ser cosa de mostrar manos…
En fin, no os quedéis mirando a la musaraña... ¡hasta la próxima cucaña!
.
14 comentarios:
qué palabra más curiosa y divertida! siempre se aprende pasando por aquí, gracias y un abrazo!
¿Cuál es su etimología? Siempre la citáis cuando analizáis una palabra.
Un saludo.
En Chile le decimos a ese juego (casi olvidado) "pimpirigallo" y decimos esta copla:
"Pimpirigallo,
monta a caballo,
con las espuelas
de su tocayo"
Hola a todos, y ¡gracias por vuestros comentarios!
Marisa, el origen de esta palabra es incierto según el propio DRAE. Probablemente de "pizcar" (tomar una porción mínima de algo, pellizcar en la piel), a su vez, de origen onomatopéyico ;)
¡Preciosa palabra, chicos! Y me habeis recordado la vieja cantinela de la pizpirigaña, que me sabía enterita todavía. Pero ahora ya la memoria se da una vuelta de vez en cuando y se lleva algunos aprendidos como este.
Gracias por volverme niña. Un abrazo.
Cuanto tiempo sin pasarme por tu sitio¡¡
Esa cancioncilla me la cantaba mi abuela jajajaja,gracias por devolverme otra vez esos recuerdos ^^
Saludos ^^
Pizpirigaña.. una palabra divertida y curiosa pero faltaron algunas acepciones.. tambien se conoce como pizpirigaña a los pequeños bultos de piel que se forman en los bordes de las uñas y que al ser extirpado causan mucho dolor.. =) una palabra.. muchas definiciones.. muchos puntos de vista --> la llave del mundo
En México (por lo menos en el D.F.) conocemos este juego como: Pipis y Gañas:
“Pipis y gañas, a qué jugaremos?
A la mano cortada.
¿Quién la cortó?
¿El Rey o la Reina?
Alza la mano que te pica el gallo
co-pe-tón”
Lo jugamos de igual manera, pero no hay un “dedo” ganador. Todos los dedos deben esconderse. Después de eso, todos los participantes deben poner a “calentar el pan”, es decir, deberán guardar o esconder las manos (cruzarse de brazos es una buena opción) y mantenerlas ahí todo el tiempo que dura el siguiente juego: “Dormir, dormir, que cantan los gallos de San Agustín”
-“¿Ya está el pan? Pregunta el director (o “panadero”) del juego.
-“No. El panadero apenas va a levantarse”- Contestan a coro los demás.
Y de nuevo todos: “Dormir, dormir, que cantan los gallos de San Agustín” “¿Ya está el pan?” “No. El panadero apenas se está bañando” o “se está enjabonando” o “se está vistiendo”, etc. etc. hasta que “el panadero va a sacar el pan del horno”. En este momento, todos sacarán las manos (los "panes") mostrándolas al “panadero” quien las irá tocando para encontrar las que estén más calientitas. El ganador, pasa a ser el director o “panadero” de la siguiente ronda.
Puf, qué trabajo explicarlo… y tan fácil que lo jugábamos!!!!
Un saludo.
hola
muy buena palabra
cuantas veces no jugamos y ni enterados de como se llama el juego...
Recuerdo el juego, pero no el nombre. Me gusta.
Jajaja
Qué bonitos recuerdos!!
Publicar un comentario