Grano de metal u otra materia, que se pone dentro del cascabel para que suene.
Queridos amigos, nuestro custodio Marcos, al proponernos nuestra voz de hoy, nos comenta: “...me parece una palabra curiosa y nunca pensé que existiera un término en español ex profeso para definir ese elemento. Nuestro precioso idioma nunca dejará de sorprenderme...”. ¡Qué razón tienes!
Y es que, escrupulillo proviene del diminutivo de escrúpulo, que a su vez deriva del latín scrupŭlus, "piedrecilla", según el diccionario: “china que se mete en el zapato y lastima el pie”. (entendemos por china, una piedra pequeña y a veces redondeada, que a su vez viene de la voz infantil chin que expresa sorpresa, enfado o poca cantidad)...
Miguel Alonso Calvo, más conocido como Ramón de Graciasol (1913-1994) fue un poeta, ensayista, biógrafo y narrador español, de cuya obra Cuadernos de Miguel Alonso reproducimos un pequeño fragmento alusivo al término de hoy:
“…la materia tiene aprisionada en sí la luz, lo que nos duele, lo que nos suena entre la carne como escrupulillo en el cascabel, energía que nos mueve. Aún me engaño con razones, obedezco al miedo, transijo para que me dejen vivir. Temo quedarme muerto viendo la cara de la verdad que hay en mí. Me asista morir, como si mi muerte estuviese en mi mano, y paso de puntillas junto a las ideas que contienen la muerte. Ando ciego por miedo a la luz…”
¡Hasta el próximo tintineo! :)
.
3 comentarios:
El poeta está espectacular.
Gracias.
Pense que eran los escrupulos de Flanders
Divertida.
Hay un lapsus cálami o teclae: el poeta es Ramón de Garciasol.
Un saludo
Publicar un comentario