1. Documento pontificio relativo a materia de fe o de interés general, concesión de gracias o privilegios o asuntos judiciales o administrativos, expedido por la Cancillería Apostólica y autorizado por el sello de su nombre u otro parecido estampado con tinta roja.
2. Bula de carne. Bula que daba el Papa en dispensación de comer de vigilia en ciertos días.
3. Sello de plomo que va pendiente de ciertos documentos pontificios y que por un lado representa las cabezas de San Pedro y San Pablo y por el otro lleva el nombre del Papa.
4. Distintivo, a manera de medalla, que en la antigua Roma llevaban al cuello los hijos de familias nobles hasta que vestían la toga.
5. Burbuja. Glóbulo de aire u otro gas que se forma en el interior de algún líquido y sale a la superficie. Anticuado
Bula, como muy bien dice nuestro custodio Ylagares al proponernos este término: es una voz con polisemia, y con ricos matices..."
Y efectivamente, una bula es un documento sobre asuntos religiosos autentificada con el sello papal. Proviene del latín bulla, que significa "objeto redondo": curiosamente, los romanos así denominaban una medalla que portaban en el cuello los hijos de las familias nobles (podéis ver la imagen que Ylagares nos ha enviado al respecto acompañando este artículo).
Por otra parte, la bula era también el sello de plomo que iba pendiente de ciertos documentos pontificios, que por un lado representa las cabezas de San Pedro y San Pablo y por el otro lleva el nombre del Papa... e incluso antiguamente se empleaba la voz como equivalente de "burbuja"...
Por otra parte, la bula era también el sello de plomo que iba pendiente de ciertos documentos pontificios, que por un lado representa las cabezas de San Pedro y San Pablo y por el otro lleva el nombre del Papa... e incluso antiguamente se empleaba la voz como equivalente de "burbuja"...
El propio Ylagares nos remite a: Lazarillo de Tormes, concretamente al Tratado Quinto, donde Lázaro se une a un buldero (vendedor de bulas) que simula milagros para engañar a los campesinos recurriendo a toda clase de artimañas para enriquecerse...
...En entrando en los lugares do habían de presentar la bula, primero presentaban a los clérigos o curas algunas cosillas, no tampoco de mucho valor ni sustancia: una lechuga murciana; si era por el tiempo, un par de limas o naranjas, un melocotón, un par de duraznos, cada sendas peras verdiniales. Ansí procuraba tenerlos propicios, porque favoreciesen su negocio y llamasen sus feligreses a tomar la bula…
¡Hasta el próximo artificio!
.
3 comentarios:
Jolín como para imaginarse el significado, cuanto más me meto en esta página, más cuenta me doy de mi incultara y eso que me he leido el Lazarillo, je je
Un saludo
Interesante, espero poder recordar las palabras que voy leyendo aqui asi cuando hable parecere culta ^^
La desconocía, nunca te acostaras sin saber una cosa más, en este blog se hace realidad este dicho popular
Besos de colores
Publicar un comentario