Medida que se usa solo para el aceite y es la cuarta parte de una libra.
Panilla es una voz procedente del bajo latín panellus,un tipo de medida de capacidad. Se trata de una antigua medida de capacidad usada en España, sólo para el aceite, que equivalía a la cuarta parte de la libra (0,1259 litros).
Cabe reseñar que España es el primer productor mundial de aceitunas y, por lo tanto en la obtención de aceite de oliva virgen y sus derivados... Por ello, no es de extrañar que a lo largo de los siglos el mundo del aceite en España haya creado su propia jerga; un bien cultural acumulado por la tradición del cual nos han llegado numerosas palabras como alcuza, herraj, alpechín, oleastro, envero, capacho o panilla… ;-)
El supremo bien es una novela de Juan Antonio de Zunzunegui y Loredo, (1900-1982) novelista español que fue miembro de la RAE desde 1957 hasta su muerte. Transcribimos unas líneas alusivas a nuestra voz del día:
“…Había doblado ya los setenta y comía como un pájaro. Solía llevar dos huevos y diecito de mantequilla, como ella pedía. Unos poquitos garbanzos y lentejas. Una panilla de aceite le duraba una semana y la francesilla que llevaba tenía que mojarla y ponerla luego al fuego…”
¡Hasta la próxima medida! :)
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Panilla es una voz procedente del bajo latín panellus,un tipo de medida de capacidad. Se trata de una antigua medida de capacidad usada en España, sólo para el aceite, que equivalía a la cuarta parte de la libra (0,1259 litros).
Cabe reseñar que España es el primer productor mundial de aceitunas y, por lo tanto en la obtención de aceite de oliva virgen y sus derivados... Por ello, no es de extrañar que a lo largo de los siglos el mundo del aceite en España haya creado su propia jerga; un bien cultural acumulado por la tradición del cual nos han llegado numerosas palabras como alcuza, herraj, alpechín, oleastro, envero, capacho o panilla… ;-)
El supremo bien es una novela de Juan Antonio de Zunzunegui y Loredo, (1900-1982) novelista español que fue miembro de la RAE desde 1957 hasta su muerte. Transcribimos unas líneas alusivas a nuestra voz del día:
“…Había doblado ya los setenta y comía como un pájaro. Solía llevar dos huevos y diecito de mantequilla, como ella pedía. Unos poquitos garbanzos y lentejas. Una panilla de aceite le duraba una semana y la francesilla que llevaba tenía que mojarla y ponerla luego al fuego…”
¡Hasta la próxima medida! :)
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1 comentario:
Curiosa palabra :)
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