1. Que padece de idiocia.
2. Engreído sin fundamento para ello.
3. Tonto, corto de entendimiento. Coloquial.
4. Que carece de toda instrucción. En desuso.
Del latín idiōta, y este del griego ἰδιώτης
Hoy sin más preámbulo os dejamos con el fantástico artículo que nos envía nuestro custodio Paulus de Best acerca del peculiar vocablo que tenemos entre manos... ¡no os lo perdáis!
*****
En la definición de "Necio" (http://365palabras.blogspot.com/2009/04/necio.html), se da la acepción de idiota, lo que en castellano moderno no sería incorrecto, pese a que necio (ne-sciens) es el que no aprende y un idiota es quien aunque aprenda, lo hace a su manera.
Tan bonita palabra viene cómo no, del griego: Idios= propio y el sufijo -tés, que indica relación con o procedencia. En su día no era un insulto, sino que designaba a quien no sabía hablar griego ni latín, así que un bárbaro idiota no era como muchos creen un ostrogodo con ojos achinados y labio leporino, sino un extranjero que no hablaba latín o griego, que por entonces era la lengua de moda, como ahora el inglés, you know, y se colaba en los textos cada dos por tres...
Más tarde, la primera iglesia usó el término idiota para aquellos que no sabían latín, así que muchos de sus textos, especialmente aquellos relativos a impuestos y leyes, se traducían a las lenguas romances "ad usum idiotarum" (la expresión necesita revisión, porque no la recuerdo con total seguridad, pero significaba "para uso y comprensión de los idiotas").
Sólo con el tiempo el término idiota se vincula a la estupidez o la ignorancia y tal uso también lo aporta el siglo XVI la iglesia, cuando a raíz del debate sobre el abuso y sobreabundancia de imaginería religiosa, distingue entre los textos "ad instructionem eruditum" y las imágenes, a las que en su conjunto se llama "libri idiotarum", es decir, libros para aquellos que no saben latín (entonces quien sabía leer lo hacía en latín) y que por tanto son ignorantes de La Palabra...
Desde entonces, idiota ha ido asociándose primero al estado de más o menos aislamiento de quien voluntaria o involuntariamente, lejos de asimilarse al uso general, va por libre en su comprensión y conducta y de ahí, al autismo, al cretinismo y a la estupidez en general, que es donde lo tenemos hoy en día.
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2. Engreído sin fundamento para ello.
3. Tonto, corto de entendimiento. Coloquial.
4. Que carece de toda instrucción. En desuso.
Del latín idiōta, y este del griego ἰδιώτης
Hoy sin más preámbulo os dejamos con el fantástico artículo que nos envía nuestro custodio Paulus de Best acerca del peculiar vocablo que tenemos entre manos... ¡no os lo perdáis!
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En la definición de "Necio" (http://365palabras.blogspot.com/2009/04/necio.html), se da la acepción de idiota, lo que en castellano moderno no sería incorrecto, pese a que necio (ne-sciens) es el que no aprende y un idiota es quien aunque aprenda, lo hace a su manera.
Tan bonita palabra viene cómo no, del griego: Idios= propio y el sufijo -tés, que indica relación con o procedencia. En su día no era un insulto, sino que designaba a quien no sabía hablar griego ni latín, así que un bárbaro idiota no era como muchos creen un ostrogodo con ojos achinados y labio leporino, sino un extranjero que no hablaba latín o griego, que por entonces era la lengua de moda, como ahora el inglés, you know, y se colaba en los textos cada dos por tres...
Más tarde, la primera iglesia usó el término idiota para aquellos que no sabían latín, así que muchos de sus textos, especialmente aquellos relativos a impuestos y leyes, se traducían a las lenguas romances "ad usum idiotarum" (la expresión necesita revisión, porque no la recuerdo con total seguridad, pero significaba "para uso y comprensión de los idiotas").
Sólo con el tiempo el término idiota se vincula a la estupidez o la ignorancia y tal uso también lo aporta el siglo XVI la iglesia, cuando a raíz del debate sobre el abuso y sobreabundancia de imaginería religiosa, distingue entre los textos "ad instructionem eruditum" y las imágenes, a las que en su conjunto se llama "libri idiotarum", es decir, libros para aquellos que no saben latín (entonces quien sabía leer lo hacía en latín) y que por tanto son ignorantes de La Palabra...
Desde entonces, idiota ha ido asociándose primero al estado de más o menos aislamiento de quien voluntaria o involuntariamente, lejos de asimilarse al uso general, va por libre en su comprensión y conducta y de ahí, al autismo, al cretinismo y a la estupidez en general, que es donde lo tenemos hoy en día.
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Gracias, Paulus, ¡hasta la próxima palabra!
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8 comentarios:
Esta no la apunto, conozco a muchos que me recuerdan su significado cada día.
Saludos.
Muy interesante la explicación sobre la evolución semántica de esta palabra. Creo que, según esa explicación, su sentido actual está un poco desviado o vulgarizado. Un saludo.
Dama, ¡qué de aplicaciones tiene esta palabra!. Y en cuanto la pronunciamos se nos vienen a la mente una cantidad de ... idiotas (sin idiocia). Un beso, y feliz fin de semana para todos.
Interesante post. Gracias.
Desconozco si es cierto que los ostrogodos tenìan ojos achinados y labio leporino, pues yo tenìa entendido que eran de origen germànico. En cualquier caso, me encantan las palabras de sonido rudo! En mi ùltimo post yo también usé la palabra Ostrogodo como insulto (carinyoso).
Me encantò el relato sobre idiota! Gracias!!!
Saludos!
y que no es lo mismo "Idiota" que ser un idiota jajaja, muy bueno!!!
Feliz fin de semana!!!
Besitossssss
P.D hay una palabra que me ha llamado siempre la atención INSULSO ;)
... Y ahora se usa idiota nel sentido de quien tiene muchas ideas! :)
Osea, Aznar por ejemplo..
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