Dicho principalmente del ganado vacuno y del caballar y mular aún no desbravado: Arisco, bravío.
Chúcaro es un americanismo que procede del quechua -concretamente de la voz chucru, "duro"- y da nombre a un adjetivo empleado para calificar al ganado que todavía no ha sido amansado.
Emplea la voz el escritor ecuatoriano Miguel Ángel León en su obra Elegía de la raza:
...Canta mirlo negro; di tú de profundis torcaza,
río que viene gritando desde arriba
llora mi dolor y el dolor de la raza,
de esta raza vencida.
Que juro era fuerte como fue el hombre mío,
que juro que era bello como los búcaros
de las aguacollas rojas;
juro que era bravo, por eso le domaron
como se doma a los chúcaros
con el látigo y la rodaja;
juro que tenía
los músculos anchos
y duros como las chontas,
juro que algún día
del bronce de su carne
como de un pedrizco tiene que brotar la luz.
Pobre indio, pobre raza
hasta de Jesús
no le enseñaron más que la cruz
y la corona de espinas,
nunca le dijeron que era hermano
del hombre que habla castellano
y a golpes como de las minas
extrajeron de su cuerpo el oro,
por eso no tiene más amigos
que el asno, el perro y el toro;
el que barbecha las tierras
y hacer brotar los trigos...
¡Hasta el próximo barbecho de bravos berberechos! ;-)
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